domingo, 23 de outubro de 2011

EVARISTO CARRIEGO

A SURRA

Deixou de castigá-la, por fim cansado
de repetir a diária bandidagem.
e que logo contará, congratulado,
lá na roda insolente da malandragem.

- Como sempre, o motivo da punição
será, talvez, o mesmo que o levara
há pouco, a impor-se com um bofetão
que lhe deixou lembranças rubras pela cara -,

Depois saiu cuspindo, rude, insultante,
os termos mais torpes de um calão imundo
que como uma asquerosa náusea incessante
vomita a cloaca desse baixo mundo.

No armazém em frente cresce o vozerio,
porque está se discutindo o sucedido,
e, provando a todos, alguém concluiu
que esse direito tem só o marido...

Enquanto que a pobre espancada tenta
ocultar bem fundo sua vergonha íntima,
ouve, lá do seu quarto, que se comenta
a façanha, rindo-se da pobre vítima.

E se cura chorando suas lesões
- rastros da dor sobre seu corpo doente... -,
pois não lhe faltam as resignações
de animal agonizando sob rebenque!

Enquanto escuta, só e desesperada,
como gritam as outras... teimosas e toscas,
gozando sua vergonha de castigada,
deboches vis de suas bocas... tão porcas!...

(foto de Rodrigo Herraz, in:olhares.uol.com.br)



EL AMASIJO

Dejó de castigarla, por fin cansado
de repetir el diario brutal ultraje,
que habrá de contar luego, felicitado,
en la rueda insolente del compadraje.

-Hoy, como ayer, la causa del amasijo
es, acaso, la misma que le obligara
hace poco, a imponerse con un barbijo
que enrojeció un recuerdo sobre la cara-.

Y se alejó escupiendo, rudo, insultante,
los vocablos más torpes del caló hediondo
que como una asquerosa náusea incesante
vomita la cloaca del bajo fondo.

En el cafetín crece la algarabía,
pues se está discutiendo lo sucedido,
y, contestando a todos, alguien porfía
que ese derecho tiene sólo el marido...

Y en tanto que la pobre golpeada intenta
ocultar su sombría vergüenza huraña,
oye, desde su cuarto, que se comenta
como siempre en risueño coro la hazaña.

Y se cura llorando los moretones
-lacras de dolor sobre su cuerpo enclenque...-
¡que para eso tiene resignaciones
de animal que agoniza bajo el rebenque!

Mientras escucha sola, desesperada,
cómo gritan las otras... rudas y tercas,
gozando de su bochorno de castigada,
¡burlas tan de sus bocas!...¡burlas tan puercas!...

In: Poesia herege.  Org. e trad. Claudio Cruz e Liliana Reales. Ed. UFSC, 2010.

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